jueves, 20 de marzo de 2014

Feliz equinoccio de otoño

v=a4BcNM12cFM Video: FIRST OF AUTUMN ENYA


Mabon, el Equinoccio de Otoño:. Esta festividad debe su nombre al dios galés que encarna el principio de fertilización masculino, y es la segunda de las Fiestas de la Cosecha. Los Druidas la llamaban Mea’n Fo’mhair y honraban al Dios del Bosque ofreciendo libaciones de sidra y vino a los árboles.
Otros nombres que recibe esta celebración son los de Cosecha del Vino, Cornucopia y Festival de Avalon.
Llega el otoño con sus dorados colores, poco a poco el mundo parece ir cambiando, es una sensación que se percibe en el aire, en los árboles, en los seres que nos rodean. El equinoccio de otoño llega el 21 de septiembre, también se le llama a esta festividad mágica Mabon, el Hijo Sagrado.
Es el momento de agradecer al Dios y a la Diosa las bendiciones que nos han otorgado hasta ahora, de mirar hacia los esfuerzos del pasado y ver que han dado fruto. Se trata de una festividad muy alegre que celebra la abundancia y la generosidad de la Tierra y que completa la recolección del grano que comenzó en Lughnasadh. Pero se trata también de un momento de equilibrio: las fuerzas de la oscuridad y de la luz se encuentran en igualdad. A partir de este instante, la oscuridad irá ganando terreno hasta alcanzar su punto álgido en Yule (Solsticio de Invierno).
El Dios se debilita, envejece y pronto morirá con la llegada del Samhain: es el momento de prepararse para despedirlo y reflexionar sobre el ciclo de la vida (nacimiento, crecimiento, madurez y muerte), de recordar y aceptar que todas las cosas tienen un final, pero con la conclusión de que cada final comporta asimismo un nuevo comienzo.
Los colores propios de esta festividad son los rojos, anaranjados, dorados, marrones y violetas, que permiten sintonizar con las energías de este día. Y muchas son las deidades veneradas: Mabon y su madre Modron, Thor, Hermes, Deméter, Perséfone, Hades, Baco… Además de todas las figuras de la Diosa Madre, que en este momento pasa a tomar su forma de Anciana.
El Equinoccio de Otoño marca el comienzo de una época de serenidad. El verano va perdiendo fuerza y las hojas de los árboles comienzan a dorarse. Poco a poco, la Naturaleza nos ofrece un auténtico espectáculo de color que invita a la relajación, al descanso, antes de que comiencen los duros meses de invierno.







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