lunes, 2 de julio de 2012

De la Alquimia a la Ciencia Moderna

Alquimia
En la historia de la ciencia, la alquimia (del árabe الكيمياء [al-kīmiyā]) es una antigua práctica  
protocientífica y una disciplina filosófica que combina elementos de la química, la metalurgia, la física
la medicina, la astrología la semiótica, el misticismo, el espiritualismo y el arte. La alquimia fue practicada 
en Mesopotamia, el Antiguo Egipto, Persia, laIndia y China, en la Antigua Grecia y el Imperio
romano, en el Imperio islámico y después en  Europa hasta el siglo XIX, en una compleja red 
de escuelas y sistemas filosóficos que abarca al menos 2.500 años.
La alquimia occidental ha estado siempre estrechamente relacionada con el hermetismo,
 un sistema filosófico y espiritual que tiene sus raíces en Hermes Trimegisto, una deidad sincrética 
 grecoegipcia y legendario alquimista. Estas dos disciplinas influyeron en el nacimiento del  
rosacrucismo, un importante movimiento esotérico del siglo XVII. En el transcurso de los 
comienzos de la época moderna, la alquimia dominante evolucionó en la actual química.
Actualmente es de interés para los historiadores de la ciencia y la filosofía, así como por sus
 aspectos místicos, esotéricos y artísticos. La alquimia fue una de las principales precursoras 
de las ciencias modernas, y muchas de las sustancias, herramientas y procesos de la antigua 
alquimia han servido como pilares fundamentales de las modernas industrias químicas y 
metalúrgicas.
Aunque la alquimia adopta muchas formas, en la cultura popular es citada con mayor 
frecuencia en historias, películas, espectáculos y juegos como el proceso usado para 
transformar plomo (u otros elementos) en oro. Otra forma que adopta la alquimia 
es la de la búsqueda de la piedra filosofal, con la que se era capaz de lograr la habilidad 
para transmutar oro o la vida eterna.
En el plano espiritual de la alquimia, los alquimistas debían transmutar su propia  
alma antes de transmutar los metales. Esto quiere decir que debían purificarse, prepararse.

La alquimia como investigación de la naturaleza
La percepción popular y de los últimos siglos sobre los 
alquimistas, es que eran charlatanes que intentaban 
convertir plomo en oro, y que empleaban la mayor parte
 de su tiempo elaborando remedios milagrosos, 
venenos y pociones mágicas.
Fundaban su ciencia en que el universo estaba compuesto 
de cuatro  elementos clásicos a los que llamaban 
por el nombre vulgar de las 
sustancias que los representan, a saber: tierra, aire, fuego y agua, y con ellos
 preparaban un quinto elemento que contenía la potencia de los cuatro en su 
máxima exaltación y equilibrio.
La mayoría eran investigadores cultos, inteligentes y bien intencionados, e incluso 
distinguidos científicos, como Isaac Newton y Robert Boyle
Estos innovadores intentaron explorar e investigar la naturaleza
 misma. La base es un conocimiento del régimen del fuego y de las sustancias 
elementales del que tras profundas meditaciones se pasa a la práctica,
comenzando por construir un horno alquímico. A menudo las carencias debían suplirse
con la experimentación, las tradiciones y muchas especulaciones para
profundizar en su arte.
Para los alquimistas toda sustancia se componía de tres partes mercurio, azufre y sal 
siendo estos los 
nombres vulgares que comúnmente se usaban para designar al espíritu,alma y cuerpo
estas tres partes eran llamadas principios. Por manipulación de las sustancias
 y a través de diferentes operaciones, separaban cada una de las tres partes
 que luego debían ser purificadas individualmente, cada una de acuerdo al régimen de fuego 
que le es propicia, la sal con fuego de fusión y el mercurio y el azufre con 
destilaciones recurrentes y suaves. 
Tras ser purificadas las tres partes en una labor que solía conllevar 
mucho tiempo, y durante el cual debían vigilarse los aspectos planetarios, 
las tres partes debían unirse para formar otra vez la sustancia inicial. Una vez 
hecho todo esto la sustancia adquiría ciertos poderes.A lo largo de la historia de esta disciplina,
 los aprendices de alquimista, se esforzaron en entender la 
naturaleza de estos principios y encontraron algún orden y sentido en los resultados
 de sus experimentos alquímicos, si bien a menudo eran socavados
 por reactivos impuros o mal caracterizados, falta de medidas
 cuantitativas y nomenclatura hermética. 
Esto motivaba que, tras años de intensos esfuerzos, muchos 
acabaran arruinados y maldiciendo la alquimia. Los aprendices por lo general
 debían empezar por trabajar en el reino vegetal hasta dominar
 el régimen del fuego, las diversas operaciones y el régimen del tiempo.
Para diferenciar las sustancias vulgares de aquellas fabricadas por su arte, 
los alquimistas, las designaban por el mismo nombre de acuerdo a alguna de sus propiedades, 
si bien procedían a añadirle el apelativo
 de «filosófico» o «nuestro». Así, se hablaba de «nuestra agua» 
para diferenciarla del agua corriente. No 
obstante, a lo largo de los textos alquímicos se asume que el aprendiz 
ya sabe diferenciar una de otra y,
 en ocasiones, explícitamente no se usa, ya que de acuerdo al arte hermético«no se debe dar 
perlas a los cerdos», razón por la que muchos fracasaban al seguir al pie de la letra las 
diferentes recetas. La «iluminación» sólo se alcanzaba tras arduos años de riguroso 
estudio y experimentación. Una vez que el aprendiz lograba controlar el fuego, 
el tiempo de los procesos y los procesos mismos en el reino vegetal,
 estaba listo para acceder a los arcanos mayores, esto es, los mismos
 trabajos en el reino animal y mineral. 
Sostenían que la potencia de los remedios era proporcional a cada naturaleza.
Los trabajos de los alquimistas se basaban en las naturalezas, por lo que a cada
 reino le correspondía una meta: al reino mineral la transmutación de metales
 vulgares en oro oplata, al reino animal la creación de
 una «panacea», un remedio que supuestamente curaría todas las enfermedades y prolongaría
 la vida
 indefinidamente. Todas ellas eran el resultado de las mismas operaciones.
 Lo que cambiaba era la materia prima, la duración de los procesos y la vigilancia 
y fuerza del fuego. Una meta intermedia era crear lo que se conocía como menstruo 
que lo que ofrecía era una multiplicación de sí mismo por
 inmersión de otras substancias semejantes en fusión/disolución (según su naturaleza) 
con éstas. 
De modo que se conseguía tanto la generación como la regeneración de las substancias
 elementales.
 Estos no son los únicos usos de esta ciencia, aunque sí son los más conocidos y
 mejor documentados. 
Desde la Edad Media, los alquimistas europeos invirtieron mucho esfuerzo y dinero en la búsqueda de

La alquimia como disciplina espiritual y filosófica
Los alquimistas sostenían que la piedra filosofal amplificaba místicamente el conocimiento 
de alquimia de quien la usaba tanto como fuera posible. Muchos aprendices y falsos alquimistas, 
tenidos por auténticos alquimistas, gozaron de prestigio y apoyo durante siglos, 
aunque no por su búsqueda de 
estas metas ni por la especulación mística y filosófica que se desprendía 
de su literatura, sino por sus contribuciones mundanas a las industrias artesanales de la época:
 la obtención de pólvora, el análisis y 
refinamiento de minerales, la metalurgia, la producción de tinta, tintes, pinturas
 y cosméticos, el curtido del cuero, la fabricación de cerámica y cristal,
 la preparación de extractos y licores, etcétera. 
La preparación del aqua vitae, el «agua de vida», era un experimento bastante popular 
entre los alquimistas europeos.
Los alquimistas nunca tuvieron voluntad para separar los aspectos físicos de las 
interpretaciones metafísicas de su arte. La falta de vocabulario común para procesos y conceptos químicos, 
así como también la necesidad de secretismo, llevaba a los alquimistas a tomar prestados 
términos y símbolos de la mitología bíblica y pagana, la astrología
la cábalay otros campos místicos y esotéricos, de forma 
que incluso la receta química más simple terminaba pareciendo un obtuso conjuro mágico. 
Más aún, los alquimistas buscaron en esos campos los marcos de referencia teóricos
 en los que poder encajar su creciente colección de hechos experimentales inconexos.
A partir de la Edad Media, algunos alquimistas empezaron a ver cada vez más estos 
aspectos metafísicos como los auténticos cimientos de la alquimia y a las sustancias químicas, 
estados físicos y procesos 
materiales como meras metáforas de entidades, estados y transformaciones espirituales. 
De esta forma, tanto la transmutación de metales corrientes en oro como 
la panacea universal simbolizaban la evolución desde un estado imperfecto, enfermo, corruptible
 y efímero hacia un estado perfecto, sano, incorruptible
 y eterno; y la piedra filosofal representaba entonces alguna clave mística que haría
 esta evolución posible.
 Aplicadas al propio alquimista, esta meta gemela simbolizaba su evolución desde la
 ignorancia hasta la iluminación y la piedra representaba alguna verdad o poder espiritual
 oculto que llevaría hasta esa meta. En los textos escritos según este punto de vista,
 los crípticos símbolos alquímicos, diagramas 
e imaginería textual de las obras alquímicas tardías contienen típicamente múltiples
 capas de significados, alegorías y referencias a otras obras igualmente crípticas;
 y deben ser laboriosamente «descodificadas» para poder descubrir su auténtico significado.


La alquimia en la época científica
De la alquimia occidental surge la ciencia moderna. Los alquimistas utilizaron muchas 
de las herramientas que se usan hoy. 
Estas herramientas eran a menudo fabricadas por ellos mismos 
y podían estar en buen estado, especialmente durante la Alta Edad Media. 
Muchos intentos de transmutación fallaban cuando los aprendices de alquimia 
elaboraban sin conocer compuestos inestables, lo que se veía empeorado por 
las precarias condiciones de seguridad.
Hasta el siglo XVII, la alquimia fue en realidad considerada una ciencia seria en Europa: 
por ejemplo, Isaac Newton dedicó mucho más tiempo y escritos al estudio de la alquimia
 que a la óptica o la física, por lo que es célebre. Otros eminentes alquimistas del mundo
Ramon Llull y  
Parmigianino. El nacimiento de la química moderna surgió con los aprendices de alquimia
 desencantados de su nulo progreso alquímico y con los críticos resentidos de la alquimia; 
tanto unos como otros lograron progresos en varios campos de la naturaleza en el  
siglo XVIII, con el que proporcionaron un marco más preciso y fiable para las 
elaboraciones industriales y la medicina, libres del hermetismo
 propio de la alquimia (pues la alquimia nunca se prodigó como ciencia de multitudes), 
y entrando en un nuevo diseño general de conocimiento basado en el racionalismo.
 A partir de entonces, todo personaje que entroncaba con la alquimia o que «oscurecía»
 sus textos fue despreciado por la naciente corriente científica moderna.
Tal es el caso, por ejemplo, del barón Carl Reichenbach, un conocido químico 
de la primera mitad del siglo XIX, que trabajó sobre conceptos 
parecidos a la antigua alquimia, tales como la fuerza ódica, pero su trabajo no entró
 en la corriente dominante de la discusión científica.
La transmutación de la materia, disfrutó de un momento dulce en el siglo XX,
cuandolos físicos lograron transformar átomos de plomo 
en átomos de oro mediante reacciones nucleares
Sin embargo, los nuevos átomos de oro, al ser isótopos 
 muy inestables, resistían menos de cinco segundos antes de desintegrarse. 
Más recientemente, informes de transmutación de elementos pesados 
—mediante electrólisis o cavitación sónica— fueron el origen de la controversia
 sobre fusión fría en 1989. Ninguno de estos hallazgos ha podido ser aún reproducido
 con fiabilidad.
El simbolismo alquímico ha sido usado ocasionalmente en el siglo XX por psicólogos 
 y filósofos.  
Carl Jung revisó el simbolismo y teoría alquímicos y empezó a concebir el significado
 profundo del trabajo alquimista como una senda espiritual. La filosofía, los símbolos 
y los métodos alquímicos han gozado de un cierto renacimiento en contextos 
postmodernos tales como el movimiento Nueva Era.
 La historia de la alqumia
La historia de la alquimia se ha convertido en un vigoroso campo académico. 
A medida que el oscuro lenguaje hermético de los alquimistas va siendo
 gradualmente «descifrado», los historiadores van haciéndose más 
conscientes de las conexiones intelectuales entre esa disciplina y 
otras facetas de la historia cultural occidental, tales como la sociología y la psicologí
a de comunidades intelectuales, el cabalismo, el espiritualismo, el rosacrucismo 
otros movimientos místicos, la criptografía, la brujería, y la evolución de la ciencia y
 la filosofía.

Etimología
La palabra alquimia procede del árabe al-kīmiyaˀ (الكيمياء) o al-khīmiyaˀ (الخيمياء), que podría
 estar formada por el artículo al- y la palabra griega khumeia (χυμεία), que significa ‘echar
 juntos’, ‘verter juntos’, ‘soldar’, ‘alear’, etcétera (de khumatos, ‘lo que se vierte’, ‘lingote’,
 o del persa kimia, ‘oro’). Un decreto de Diocleciano, escrito en griego sobre el año 300
ordenaba quemar «los antiguos escritos de los egipcios, que trataban sobre el arte de fabricar
 oro y plata»1 la khēmia transmutación. La palabra árabe kīmiyaˀ, sin el artículo, ha dado lugar
 a ‘química’ en castellano y otras lenguas, y al-kīmiyaˀ significa, en árabe moderno, ‘la química’.
Se ha sugerido que la palabra árabe al-kīmiyaˀ significaba en realidad, originariamente,
 ‘la ciencia egipcia’,tomando prestada del copto la palabra kēme, ‘Egipto’, 
así alquimia era el 'arte de Keme' (o su equivalente en el dialecto medieval bohaírico del copto, 
 khēme). 
La palabra copta deriva del demótico kmỉ, y éste
 a su vez del egipcio antiguo kmt. Esta última palabra designaba tanto al país como al color
 ‘negro’ (Egipto era la ‘tierra negra’, en contraste con la ‘tierra roja’, el desierto circundante), 
por lo que esta etimologíapodría también explicar el apodo de ‘magia negra egipcia’.
 Sin embargo, esta teoría puede ser sólo un ejemplo de etimología popular.
En la Edad Media se solía usar la expresión ars chimica para aludir a la alquimia.
A veces, se considera a la palabra crisopeya sinónimo de alquimia, pero ésta es mucho más
 que la mera búsqueda del método para fabricar oro. La palabra crisopeya viene del griego
 χρυσoσ, ‘oro’, 
y πoιεω, ‘hacer’. El prefijo criso entra en la formación de palabras en que interviene el oro, 
como crisoterapia (tratamiento de ciertas enfermedades por medio de sales de oro).
continentes. La general predilección de estas tradiciones por el lenguaje críptico y simbólico
 hace que resulte difícil trazar sus mutuas influencias y relaciones «genéticas».
Pueden distinguirse al menos dos tendencias principales, que parecen ser ampliamente
 independientes, al menos en sus primeras etapas: la alquimia china, centrada en China 
su zona de influencia cultural, y la alquimia occidental, cuyo centro se desplazó a lo largo 
del tiempo entre Egipto, Grecia y Roma, el mundo islámico, y finalmente de nuevo Europa.
 La alquimia china estaba intimamente relacionadacon el taoísmo, mientras que la alquimia
 occidental desarrolló su propio sistema filosófico, con relaciones sólo superficiales
 con las principales religiones occidentales. Aún está abierta la cuestión de si estas dos
ramas comparten un origen común o hasta qué extremo se influyeron una a la otra.

La alquimia moderna

En la época actual se han realizado progresos para alcanzar las metas de la alquimia usando 
métodos diferentes a los de la alquimia tradicional. Estos avances pueden
 en ocasiones ser llamados «alquimia» por razones retóricas.
Podría decirse que el objetivo de la investigación en inteligencia artificial es precisamente
 crear una vida desde cero, y los filosóficamente opuestos a la posibilidad de la IA la han
 comparado con la alquimia, como Herbert
 y Stuart Dreyfus en su ensayo de 1960 Alquimia e IA (Alchemy and AI). 
Sin embargo, debido a que el objetivo específico de la alquimia es la transmutación humana
 más que la creación de vida desde cero, la investigación 
genética, especialmente el ayuste, estaría más cerca de la misma.
Transmutación nuclear
En 1919 Ernest Rutherford usó la desintegración artificial para convertir nitrógeno
 en oxígeno. Este procesoo transmutación ha sido posteriormente realizado a escala comercial 
mediante el bombardeo de núcleos atómicos 
con partículas de alta energía en aceleradores de partículas y reactores nucleares.
La idea de convertir plomo en oro no es del todo incorrecta ya que, teóricamente, 
bastaría extraer 3 protones de un átomo de plomo (82 protones) para obtener otro pero de oro 
(79 protones).  
 De hecho, en 1980  Glenn T. Seaborg transmutó plomo en oro,solo que el oro resultante 
apenas dura unos segundos por su inestabilidad atómica y la cantidad obtenida es tan 
microscópica que hace impensable su rentabilidad.
Afirmaciones de transmutación no verificadas
En 1964 George Ohsawa y Michio Kushi, basándose en una de las primeras afirmaciones de  
Corentin Louis Kervran, informaron haber logrado transmutar sodio en potasio
  usando un arco eléctrico, y más tarde carbono y oxígeno en hierro[cita requerida]
En 1994, R. Sundaresan y J. Bockris informaron haber observado 
reacciones de fusión en descargas eléctricas entre barras de carbono 
sumergidas en agua. Sin embargo, ningunade estas afirmaciones ha sido reproducida
 por otros científicos y la idea está en la actualidad ampliamente desacreditada.
Psicología analítica
El psiquiatra suizo Carl Gustav Jung inició su contacto con la alquimia desde un claro 
desinterés: «La alquimia me parecía una cosa afectada y ridícula». Su opinión cambiaría 
radicalmente en 1928 a raíz del comentario solicitado por parte del sinólogo Richard Wilhelm 
 sobre la traducción de las ocho primeras secciones de un tratado de alquimia
fisiológica china del siglo XIII: El secreto de la Flor de Oro
libro budista con base taoísta. El inicio de su contacto con la alquimia se vio 
por lo tanto determinado al contemplar en la obra las bases del proceso de individuación,
 así como un centro procesual al que denominó posteriormente sí-mismo
Necesitó diez años para elaborar un diccionario de referencias cruzadas con el fin de poder 
entender los significados incluidos en los textos alquímicos
, así como quince años para disponer de una biblioteca semejante a las de sus sueños.6
Jung vio la alquimia como una proto-psicología occidental dedicada al logro de la individuación. En su interpretación,
 la alquimia era el recipiente en el que el gnosticismo sobrevivió sus diversas purgas 
en el Renacimiento. En este sentido, Jung veía la alquimia como comparable al yoga en 
 occidente
También interpretaba los textos alquímicos chinos en términos de su psicología analítica
 como medios para la individuación. Jung sostiene en su obra Psicología y alquimia (1944) 
que los fenómenos observables de lo inconsciente, tales como los sueños, contienen elementos
 simbólicos que también se pueden hallar en la simbología alquímica.
 Además, dedica un análisis al paralelismo 
entre los conceptos de la llamada piedra filosofal, por un lado, y la figura de Cristo, por otro.
 Ilustró a través de las figuras del Rosarium philosophorum aquellos fenómenos 
transferenciales  acaecidos en el proceso de individuación en su trabajo
 La psicología de la transferencia (1946).
 Finalmente, en su obra Mysterium coniunctionis (1955-1956), configura la culminación de la 
confrontación entre la alquimia y la psicología analítica. Como tercera parte de dicha obra se 
incluirá editado y comentado por Marie-Louise von Franz el Aurora consurgens.
A todo ello no hay que olvidar la importancia que revistieron para el acceso de Jung a la esencia 
de la alquimia diversas figuras históricas relevantes, como son María la Judía,Zósimo de Panópolis o Paracelso.

Mas adelante les contare sobre la alquimia en Asia Central, la astrologia y demas ciencias de la antiguedad.
Espero sus comentarios y aportes,
Saludos Sole