domingo, 25 de diciembre de 2011

El Sentido Común definido por las tradiciones ancestrales

Antes del nacimiento de la ciencia material o newtoniana los hombres de sabiduría usaban varios recursos para elaborar sus comprensiones sobre la naturaleza de la realidad que las contenía.


Para ello se basaban en el desarrollo de habilidades que estaban asociadas a la magia (artes de transformación de la realidad) y al contacto con las fuerzas primordiales que gobiernan a la naturaleza.


Estas eran de origen práctico y vivencial en su mayoría, y luego de haber incorporado las comprensiones que las ceremonias les dejaban procedían a elaborar los conceptos, los cuales eran transmitidos por medio de leyendas o mitos de manera oral o mediante pictogramas.


Muchas de estas ceremonias eran desarrolladas por elegidos en las comunidades o por herencia familiar manteniendo con ello el sentido de sacralidad y tradición.


Y luego de ello eran compartidos en escenarios en dónde se incluían a todas las castas de los pueblos antiguos de manera de poder entregar esas herramientas para el desarrollo conciente de las comunidades.


Generando esto un cimiento bien consolidado en las relaciones interpersonales y de la comunidad en sí misma en dónde privaban las comprensiones de los fenómenos como parte de la vida no como situaciones aisladas y ajenas.


Si bien la sociedad estaba organizada en clanes o castas funcionaba como un todo, un agricultor no estaba desvinculado de un sacerdote o chamán o de un niño pequeño que se desarrollaba allí. Incluso en tiempos anteriores ni siquiera existía una clasificación entre los individuos de las comunidades ya que todo era circular y nuclear, no se hacia necesario la organización en estratos.






Esta figura describe, primeramente, que existen las circunstancias, que son donde se desenvuelve el humano, considerado el ambiente con todos los demás seres vivos como la sociedad. 



El lenguaje del universo es lo que hace a las circunstancias que vemos y condiciona todos los hechos. La percepción de lo sublime es la principal herramienta para que el humano pueda comprender ese lenguaje y unirse a él de una forma natural. Así que las circunstancias están formadas por el lenguaje universal y al mismo tiempo es el blanco donde se aplica se aplica la percepción.


El lenguaje del universo tiene varias cognotaciones, creando limitaciones (naturaleza de las situaciones) y de allí surgen los problemas o necesidades de aprendizaje para el humano. De igual manera deviene el espíritu como la razón fundamental de encarnar y de la vida misma.


Para que está tenga una verdadera capacidad de observación se necesita romper los preconceptos, por eso en las primeras instancias del chamanismo se les conoce como el renunciante o el ermitaño, ya que su intensión es la de ver con profundidad ese lenguaje del universo debe de relacionarlo a lo que ve cotidianamente pero con una mente amplia. Eso es lo que genera el afinamiento. que puede ser visto como una expresión de si mismo, sea en el arte o por medio de las diversas aplicaciones del chamanismo.


La base para que la conciencia este abierta para observar las circunstancias es la aplicación desde el sentido común, o sea resolver los problemas con las herramientas más a la mano que se tiene en relación a sus circunstancias y de allí deviene una solución práctica que es asimilada como una experiencia a la que se ha generado un nuevo nivel de aprendizaje.


Así es como el conocimiento evoluciona por medio de un contacto directo igualmente el hombre crece por medio del Afinamiento, es decir la aplicación de sus potencialidad en el arte y el chamanismo, donde siempre hay una visión sobre el significado de la vida y permite encontrar no solo la coherencia sino el sentido de cada acción.




Con el advenimiento de la modernidad ella nos trajo formas de razonamiento enmarcadas en la conciencia de lo material o fisico, instrumentos y técnicas desarrolladas por el manejo de la tecnología como medios para solucionar y simplificar nuestras inquietudes pero nos sustrajo el principio fundamental de que el ser humano es el hacedor de su realidad y de su acervo de conocimiento y que para ello necesita de la interrelación con su ambiente y sus pares.


Eso hace que el conocimiento no sea una mera información, síntesis o recopilación de conceptos sino que sea verdadero y acerque al Ser Humano a la transformación.


Albert y Sole.

martes, 20 de diciembre de 2011

Aprender a observarnos para desarrollar la conciencia

Para la ciencia la observación es uno de los pilares importantes a la hora de iniciar la búsqueda de las respuestas a un interrogante o supuesto.


Todos los seres humanos tenemos innatamente esa capacidad de observarnos y observar el entorno que nos rodea, pero la sociabilización y juicios que desde pequeños nos enseñan a formular, muchas veces la condicionan o anulan la veracidad y coherencia de la misma. 

Siempre es posible recuperar esa condición pero a medida que lo hacemos debemos reconocer las barreras que la opacan.
Entre las barreras más comunes se citan: el autoconcepto, prejuicios, emociones encontradas tales como culpabilidad, inestabilidad, intolerancia, falta de concentración, ansiedad y los mandatos sociales ( el qué dirán y/o el debería).

Esto genera la necesidad de desarrollar la capacidad de observación retomando nuestra condición natural de contacto con el cuerpo y desde ese estado del ser, adquirir parámetros que nos permitan observar coherentemente nuestra realidad.

Así como las células primero se conectan con ellas mismas y luego con las demás generando un sentido de unidad, la observación realizada desde ese lugar adquiere calidad y un sentido profundo que está más allá de las palabras.

En la actualidad, nos encontramos frente a un condicionamiento del qué y cómo deberíamos observar, tanto en la ciencia como en la sociedad toda.
Esto le quita valor a la observación conciente porque todos hemos perdido el por que y el para qué hacemos las cosas, volviendo la vida a un simple tener, querer, consumir, parecer, vaciándola de toda raíz verdadera y profunda. Dejándola sin esencia.

En el cerebro se encuentra una pequeña esfera brillante a la que todos podemos reconocer y conectar si establecemos una línea entre las orejas y otra perpendicular a ella desde la nariz hacia atrás. Esta se denomina ente,es el emisor de la mente, cuando aprendemos a reconocerla podemos encontrar qué clase de pensamientos y observaciones estamos llevando a cabo. ¿Con cuánta coherencia estamos observando y pensando?

Este ente se asemeja a nuestro Sol en el centro del Sistema Solar o al núcleo de un átomo, los cuales alimentan la realidad que contienen.
Si aprendemos a reconocer la sensación del cuerpo mediante el uso del ente, previamente respirando y tranquilizandonos sin anular pensamientos ni emociones sino simplemente aceptándolos, sin sobrecargarnos con ellos podemos crear la visión certera (por ejemplo, si algo nos duele sentirlo con claridad, si algo emerge de nosotros aceptarlo con tranquilidad e ir reconciliándonos con ellos) sintiendo cuál es el efecto de ello sobretoda la realidad que vivimos, soltando la ilusión y justificaciones al modo de ser, actuar, reaccionar, sentir, etc.

Esto permite subsanar los vacíos emocionales que causa la observación no clara y la aceptación de la vida sin cuestionamientos.


Esto se puede observar cuando aceptamos hacer ciencia dentro de un marco condicionado por presiones emocionales, un presupuesto y ente regulador dejando de lado el fluir natural a la búsqueda de los aprendizajes concientes y el ciclo normal que acompaña a una observación.

Tal cual lo hacen los niños quienes con su simpleza indagan hasta obtener las respuestas que resuenan en su interior y no sólo que convencen a su mente.


Con la visión certera desarrollada podemos despejar nuestro corazón llegando a un estado de transparencia y armonía con nuestro cuerpo, realidad, entorno y sobretodo con la naturaleza que nos rodea que no justifica nada sino simplemente da y comparte sin barreras.

Con la observación conciente comprendemos el porque estamos donde estamos, el vínculo con todo lo que nos rodea y desde allí podemos alcanzar comprensiones acerca del funcionamiento del Todo.

Los animo a que empecemos a ver y vernos de una manera diferente, tal vez hallemos cosas que han estado por miles de años listas para abrirse a nuestra comprensión pero no las hemos registrado aún.

Sole.





















miércoles, 14 de diciembre de 2011

El propósito de este espacio

Durante años estuve pensando en cómo se podía cambiar la ciencia moderna que para alcanzar las respuestas a ciertas preguntas era eficiente pero no lo era para su llegada a la sociedad, no lo era para tener una visión integral de la vida misma. Ya que su enfoque puramente material, predictivo, determinista y newtoniano la alejaban de la esencia del Ser, del Estar, de la Conciencia y la Espiritualidad misma...


Esta idea quedo apresada como en una semilla pero siento que es el momento de hacerla manifiesta, de acercarla a la gente y de recibir lo que la gente tiene para sumarle y enriquecerla.


Para ello utilizando los recursos que exiten en la actualidad ya sea a través de encuentros, videollamadas, subida de info en espacios de divulgación esperamos poder reunirnos con personas interesadas en conocerse mas a fondo y poder comprender mas a la Vida misma, la naturaleza, el macro y microcosmos, pero sobretodo poder asumir que la ciencia es parte de todos, es parte de la naturaleza humana, del bienestar individual y colectivo.


Dado intereses imperialistas y ejecutivos por muchos años ha sido direccionada sólo para aquellos que tomábamos estudios orientados a la investigación en pro de una industria farmaceútica cada vez más nutrida y con más adeptos, con más enfermos no sólo del cuerpo sino del Alma que acuden a ella sin siquiera tomar conciencia que un ser Humano libre y saludable no necesita ningún remedio, droga o sustancia externa más allá de la conciencia de qué le causa el malestar, de su propio cuerpo, de su estado pleno del Ser para poder estar feliz y pleno.



La verdadera ciencia va de la mano de la curiosidad, de las preguntas con o sin respuesta, de los sentires, del espíritu, de la naturaleza misma, de la Vida. No es un ente aislado. No busca beneficiar a nadie más que a la evolución misma. Cuando se la desprestigia por el ego humano mal direccionado, por una industria que beneficia a unos pocos enriqueciéndolos de manera desmezurada, por una verticalidad que muchas veces subordina a la mujer en la ciencia, al menos formado y capacita en post de unos directivos que sólo cuidan su posición alcanzada, eso no es ciencia mis queridos amigos y lectores.

Pero bueno, estamos aquí para construir y transformar para alcanzar una ciencia multidisciplinaria, abarcativa y plena.


Espero disfruten este espacio, toda opinión, pregunta, respuesta, percepción, sentir, y demás están aceptados.


Sean todos bienvenidos!!

lunes, 12 de diciembre de 2011

Cuerpo, conciencia y biología celular





Tras largos años de búsqueda ya comienza una etapa edificadora de nuevos cimientos tan necesarios para los próximos años de la Humanidad, en dónde se hace necesario abordar los interrogantes sin tantos atajos ni explicaciones superficiales.


Para ello quisiera hacer hincapié en esta pregunta bien sencilla: ¿Cuántos de nosotros realmente percibimos nuestro cuerpo?


Todos podemos asearlo, alimentarlo, tonificarlo y embellecerlo incluso pero: ¿Cuántos de nosotros hemos desarrollado la conciencia de lo que este bello regalo que es nuestro cuerpo encierra?


Dentro de el se alojan numerosos átomos, moléculas, macromoléculas que conformaran luego lo que llamamos célula ( la primera conciencia que tenemos alojada en nuestro cuerpo).


Sí, es así, la célula es la primera unidad emocional, energética, psicológica, química, física y fisiológicamente evolucionada que nos conforma.






Ella es capaz de sensar el ambiente interno y externo, metabolizar, asimilar y realizar numerosas transformaciones y reacciones, no sólo de naturaleza química, física y electromagnética sino también de transformación conciente de la realidad.










Es allí de dónde surgen posteriormente nuestros tejidos, en donde al igual que en una constelación (macrocosmos), átomo (microcosmos) o una comunidad, ellas se unen con un fin común: "la evolución".


Miles de millones de estas redes de interrelaciones dan lugar a los seres superiores (órganos, aparatos, sistemas) todos ellos están formando parte de verdaderos núcleos complejos.


En nuestras células, el NUCLEO no sólo es el lugar en dónde fenómenos tan complejos como la replicación del ADN (aumento del número de copias) y la síntesis de factores de transcripción (promotores de la sobrevida, diferenciación o muerte celular) ocurre.
Si lo definiéramos bajo un contexto económico de producción el núcleo funcionaría como una fábrica que le da valor agregado a una materia prima (factores de transcripción) y al igual que una fábrica que busca satisfacer las necesidades de la sociedad asimismo lo hace el núcleo para las células y su entorno.


A diferencia de otras organelas el Núcleo posee una ENERGIA CONCIENTE.


Pero, ¿Qué es la CONCIENCIA?


Durante miles de años diferentes etnias han intentado definirla, percibirla y trasladarla a su esfera diaria, algunos grandes nombres aún resuenan como eco de haberla hallado y vivenciado (Lao Tsé, Buddha, Los Vedas, Chamanes, los Lamas Tibetanos, entre otros).


Pero muchos de nosotros no podemos alcanzar con facilidad el contacto con la conciencia pero no porque no tengamos la potencialidad de hacerlo sino porque hemos sido enseñados a percibir el mundo de otra manera.


La conciencia se podría relacionar con las células, es decir, es ese estado de unidad que les permite estar integradas unas con otras manteniendo ese sentido de unidad y coherencia.


El núcleo usando esa ENERGIA CONCIENTE moldea, refleja e integra la esfera de la realidad que contiene a esa célula y al grupo de células del que ella forma parte.


Llegar a un organismo superior no sería posible sin este flujo:

Esta es la base de la evolución tanto a nivel individual como ecológico en el micro y macrocosmos. Todo en la naturaleza atraviesa estos ciclos de diferenciación, proliferación y muerte.


Les propongo tomar una caminata y observar como surgen la tierra, el agua, el aire, las plantas, los demás seres vivos, las estrellas y demás actores de nuestro Universo vivo y latente.


Por ejemplo, cuando la lava ardiente sale estrepitosamente del volcán, su proliferación la lleva por las laderas a cientos y cientos de km desde dónde emergió posteriormente tras miles de años ella toma forma de roca y muere a través de la erosión dando origen al suelo que pisamos todos los días, el sostén de toda la vida ya está entre nosotros.


De igual manera la proliferación permite satisfacer las necesidades de otro grupo de células, así como las plantas las de los animales y los demás miembros de las cadenas alimentarias y de degradación.


"Siempre hacia adonde observemos el sentido de Unidad (conciencia) reina y prima por sobretodas las cosas".


"Es sólo cuestión de estar atentos a lo que pasa hacia adentro y hacia fuera de nosotros".


Enfoquemos nuestra atención y maravillosas cosas encontraremos listas para abrazarnos y llenarnos de comprensión.


Saludos, Soledad y Albert.








sábado, 10 de diciembre de 2011

¿La religión y la ciencia son irreconciliables? Parte I


Extracto de Libro: "Mis creencias" de Albert Einstein.




¿Existe ciertamente una contradicción insuperable entre religión y
ciencia? ¿La ciencia puede reemplazar a la religión? A lo largo de los
siglos, las respuestas a estas preguntas han originado considerables
polémicas y, más todavía, luchas muy agrias. Sin embargo, estoy convencido
de que una consideración desapasionada de ambas cuestiones
sólo nos llevaría a una respuesta negativa. Lo que complica la cuestión
es, sin duda, el hecho de que mientras la mayoría coincide sin dificultad
en lo que se entiende por "ciencia" difiere en el significado de "religión".


Respecto a la ciencia es posible definirla, para nuestros propósitos,
como "pensamiento metódico encaminado a la determinación de
conexiones normativas entre nuestras experiencias sensoriales". La
ciencia produce conocimiento de manera inmediata, y medios de acción
de modo indirecto. Conduce a la acción metódica si primero se
establecen objetivos definidos. Mas la función de establecer objetivos
y de definir juicios de valor trasciende su propio fin. Aunque es cierto
que la ciencia, en la medida en que capta conexiones causales puede
llegar a conclusiones importantes sobre la compatibilidad e incompatibilidad
de objetivos y valoraciones, las definiciones independientes y
esenciales sobre objetivos y valores quedan fuera de su alcance.


Por otra parte, en lo que atañe a la religión suele haber acuerdo en
que su dominio abarca objetivos y valoraciones y, en síntesis, la base
emotiva del pensamiento y las acciones de los seres humanos, en
cuanto no estén predeterminados por la inalterable estructura hereditaria
de la especie. La religión enfoca la actitud del hombre frente a la
naturaleza en su conjunto, establece ideales para la vida individual y
comunitaria, y las mutuas relaciones humanas. La religión trata de
alcanzar esos ideales al ejercer una influencia educadora en la tradición
por la elaboración y difusión de determinados pensamientos y narraciones
de fácil acceso -epopeyas y mitos- capaces de influir en la valoración
y la acción dentro del marco de los ideales afectados.


Este contenido mítico, o mas bien simbólico, de las tradiciones
religiosas suele entrar en conflicto con la ciencia. Esto sucede siempre
cuando tal conjunto de ideas religiosas contiene afirmaciones dogmáticamente establecidas sobre temas que pertenecen al campo de la ciencia.


Resulta esencial, pues, para preservar la verdadera religión, evitar
esos conflictos siempre que surjan en temas que, en realidad, no son
decisivos para la consecución de los objetivos religiosos.
Al considerar las diversas religiones existentes en cuanto a su
esencia, es decir, si las despojamos de sus mitos, no me parece que
difieran tan fundamentalmente como pretenden los defensores de la
teoría "relativista" o convencional. Y esto no debe sorprendernos. Las
actitudes morales de un pueblo que se apoya en la religión han de estar
siempre encaminadas al objetivo de mantener y preservar la salud y la
vitalidad comunitarias y las de los miembros de la comunidad, ya que
de lo contrario la comunidad perecería. Un pueblo que honrase la falsedad,
la difamación, el fraude y el asesinato no podría subsistir durante
mucho tiempo.


Así, cuando nos enfrentamos con un caso concreto no es tarea fácil
determinar claramente lo que es deseable y lo que no lo es; resulta
algo tan difícil como definir con exactitud lo que hace que un cuadro o
una sinfonía sean buenos. Es lo que se aprecia mejor de modo intuitivo
que mediante la comprensión racional. De igual forma, los grandes
maestros morales de la humanidad fueron de algún modo genios artísticos
del arte de vivir. Aparte de los preceptos más elementales, nacidos
directamente del deseo de mantener la vida y eliminar los
sufrimientos innecesarios, hay otros que sin ser en apariencia del todo
mensurables según las normas básicas, les concedemos, empero, la
debida importancia. ¿Debe buscarse, por cierto, la verdad de manera
incondicional, aun cuando obtenerla entrañe grandes sacrificios en
esfuerzo y felicidad? Existen muchas cuestiones de este tipo que no
pueden tener una solución adecuada desde una favorable posición
racional, o que carecen de respuesta posible. Sin embargo, no creo que
sea correcto el llamado punto de vista "relativista", ni siquiera en el
caso de las decisiones morales más sutiles.


Si observamos las condiciones de vida actuales de la humanidad
civilizada, aun según el aspecto de las normas religiosas más elementales,
sentimos, sin duda, una desilusión muy dolorosa ante lo que se
nos ofrece. Porque en tanto la religión prescribe amor fraterno en las
relaciones entre individuos y grupos, el escenario más semeja un campo
de batalla que una comunidad hermanada. El principio rector es en
todas partes, tanto en la vida económica como en la política, la lucha
implacable por el éxito a expensas del prójimo. Este espíritu competitivo
predomina hasta en las escuelas y universidades y al destruir todos
los sentimientos de cooperación y fraternidad, concibe el triunfo no
como algo que emerge del amoral trabajo fecundo y concienzudo, sino
como algo que nace de la ambición personal y del temor al rechazo.
Hay pesimistas que sostienen que esta situación es inevitable,
inherente a la naturaleza de los seres humanos. Quienes proponen estas
opiniones son los enemigos de la religión; sostienen implícitamente
que las doctrinas religiosas son ideales utópicos no aptos para regir los
problemas humanos. El estudio de las normas sociales de ciertas culturas
llamadas primitivas habría demostrado de modo claro, que tal posición
negativa carece por completo de base. Los interesados en estos
temas, cruciales en el estudio de la religión, deberían leer lo que nos
dice de los indiosPueblo el libro "Pattern of Culture" de Ruth Benedict.
Al parecer, esta tribu ha logrado, en las condiciones de vida más duras,
el difícil objetivo de liberar a sus miembros de la presión del espíritu
competitivo e inculcarles una forma de vida fundada en la moderación
y la cooperación, libre de coacciones externas y sin ninguna restricción
de la felicidad.


La interpretación de la religión aquí expuesta implica una subordinación
de la ciencia a la actitud religiosa, una relación que se menosprecia
con demasiada facilidad en esta época materialista por
excelencia. Si bien es cierto que los resultados científicos son desde
luego independientes de las consideraciones morales o religiosas, no
hay duda de que todos los individuos a los que debemos los grandes
descubrimientos fecundos de la ciencia se hallaban imbuidos de la
convicción, genuinamente religiosa, de que este universo nuestro es
algo perfecto y susceptible de un análisis racional. Si esta confianza no
hubiese sido tan arraigada y emotiva y si esta búsqueda de conocimientos
no se hubiese inspirado en el Amor Dei intelectualis (Amor
intelectual de Dios, frase de la Ética de Spinoza), no es comprensible
cómo hubieran podido desplegar esa devoción infatigable que es lo
único que permite al hombre alcanzar sus mayores triunfos.
(1948)





Dr. Michio Kaku:"El mundo en el 2030"

La visión de un físico sobre los avances tecnológicos de nuestra humanidad y las repercusiones de eso en nuestra vida diaria.



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Ingresando en el mundo de la investigación científica y las tradiciones ancestrales

Bienvenidos a todos aquellos lectores, curiosos y buscadores de la verdad profunda que encierra el verdadero sentido de la vida. 


Me presento soy Andrea Soledad Coria, Sole para los Amigos...una joven de 28 años oriunda de Argentina cuya curiosidad no pudo ser aplacada por un implacable sistema educativo ni por las experiencias de los adultos y sociedad en la que crecí.


Me dediqué a la Neurociencia por un camino elegido en parte y  por otro lado también porque esa curiosidad eterna me llevo a indagarme muchas cosas y en ese camino encontré a las moléculas o ellas me encontraron a mí. Mis estudios universitarios los realicé en la Universidad Nacional de San Luis, pública y de "libre ejercicio" en el transcurso de esos años dí con el reencuentro de un camino espiritual transitado durante mi niñez y abandonado tras largos años de intentar "ser Normal", siendo esto fructífero desde el lado que me llevó a alcanzar hermosas relaciones de amistad con quienes fui compartiendo esos bellos años pero a la vez infructuosos para mi alma y corazón que siempre estaban buscando ir más allá de la historia que nos contaron, del mundo que nos enseñaron a mirar, de la forma en qué nos enseñaron a creer, autoconcebirnos y aceptarnos.


En ese encuentro conmigo mismo es que deshojo mis debilidades y fortalezas, y en ellas aflora este sueño que lo quiero compartir con Uds, qué es el reunirme con un montón de curiosos para intentar respondernos aquellos interrogantes que como individuos, sociedad y humanidad nos han ido acompañando.










Para ello me gustaría abrazar los esfuerzos de la ciencia moderna, el esoterismo, la espiritualidad, la psicología, sociología, antropología, historia y demás ciencias sociales como naturales, sin desmerecer nunca el famoso SENTIDO COMÚN que es quién nos ha permitido dar los saltos evolutivos que acompañaron cada una de las eras de nuestra humanidad en su paso por este planeta.


La modalidad de reunión es amplia tal cual lo es el abrazo que desde esta gran comunidad virtual les envío, utlizaremos todos los medios de comunicación disponibles encuentros personales, larga distancia, skype, facebook, msn y demás para ir sumando pequeños granos de arena a la comprensión del por qué estamos aquí, para qué, cómo y de dónde venimos entre tantos interrogantes que todos nosotros tenemos y hemos tenido en nuestras vidas.


Bueno eso es todo, me siento feliz de poder este paso que para quienes me han acompañado en este florecimiento interno saben cuánto me ha costado emprenderlo pero aquí estoy desde este lado dejando lo mejor de mí. Quiero agradecer a quien ha sido mi compañero entrañable en este camino, sobretodo en estos últimos años sin cuyo amor, paciencia y fortaleza nada de esto hubiera sido posible, gracias Albert Suazo, te amo.





Besos Sole.