Podríamos simplemente definir a la Alquimia como la capacidad
natural de los seres humanos para transmutar las experiencias. Esto se adquiere
mediante la comprensión de la naturaleza profunda de las cosas.
La misma no pretende ser un conocimiento como tal sino más
bien se soporta por las vivencias.
En ella lo más importante son dos principios, uno tiene que
ver que todo lo que pasa afuera de uno también está sucediendo dentro. Y el
otro radica en aprender a transitar las experiencias, sin refrenar los estados
emocionales y psicológico que las originan buscando con ello comprender el para
qué.
Para los pueblos de la Antigüedad el Alma o Anima, estaba
compuesta de dos cualidades, por un lado, la observación y por el otro la
acción.
La primera dio origen al Chamanismo, en el cual se practicaba
ante todo la contemplación para obtener las comprensiones y certezas acerca de
cómo funcionan la naturaleza, los astros y la propia transformación humana. Con
la finalidad de unificarse con el Todo.
A l lenguaje del universo se lo puede advertir a través de
ese sentir de cada una de las expresiones como la que ejercen las flores
parecen emociones de alegría, expansión o admiración. Algunos astros emiten
vibraciones que nos refuerzan la sensación de espacio o el contacto con el
cuerpo, con el corazón o con nuestra mente. Por tanto se puede comprender por
medio de esas conexiones las cuales eran establecidas por los chamanes, que el
lenguaje del universo está pasando adentro de nosotros por medio de esas
sensaciones emocionales o que nosotros también contenemos esa misma forma de
transmitir la energía, al igual que todo lo que existe.
De aquí surgió el simbolismo como una forma de advertir la
naturaleza de estas conexiones, de explicar que el lenguaje del universo es
similar a nuestras emociones y debe de existir un camino para aprender a
depurar nuestros estados con el fin de adquirir una maestría en la compresión
sí mismo y poder manifestar con una armonía profunda este lenguaje.
Todo este grupo de conclusiones sirvieron para nutrir a la
Magia, la que se puede definir como, tener poder (derivado de esa comprensión
de la naturaleza de la existencia), la cual ponía al mago a actuar en búsqueda
de las respuestas a los cuestionamientos humanos, de allí surgieron las
primeras prácticas alquímicas.
Estas dos eran una sola cosa al principio en las comunidades.
En sus miembros se preservaba la nobleza, (noble de no tener maldad o corrupción,
por ser sabio o haber recibido el legado de un camino de compresión de la
naturaleza de las cosas) esa sabiduría interior que los conectaba con el
empoderamiento, el cual, es esa capacidad que nos hace SER HUMANOS más allá de
todas las definiciones del exterior. Nos otorga la autodefinición y conexión
con todas las fuerzas primordiales que nos rodean.
En los diversos procesos de persecución a todos estos pueblos
antiguos y el excesivo mal uso de la magia en una búsqueda querer ordenar
sociedades convulsas y plagadas de resentimientos propios del proceso histórico,
es que se produjo la separación del chamanismo y la alquimia.
Porque se volvieron predominantes un grupo de actitudes que
recién en el presente estamos comenzando a sanar conscientemente, como lo son
el miedo, la negación de sí mismo y la desconexión con los pilares de la
condición de Ser Humano, el contacto con el cuerpo, la conciencia, la voluntad
y la cimentación.
En este blog hemos desarrollado en diversas entradas un poco
acerca del pensamiento (voluntad), cuerpo, y conciencia. Por lo tanto les vamos
a compartir en esta la naturaleza de la cimentación.
La cimentación como tal es la que en nuestro cuerpo está
reflejada en los huesos, que son aquellos que nos sostienen en el tránsito de la
vida. Los patrones culturales, sociales y sobre todo cómo nos concebimos nos
nublan la conexión con este principio básico, el cual se asienta en la unión
entre el cuello y los hombros, el segundo lugar de asiento está detrás corazón,
entre este y la columna; por último pero no menos importante es la zona del
sacro. Al unificar conscientemente estos tres puntos, comenzamos a vislumbrar
qué actitudes emergen y nos separan del afuera. Perdiendo así la capacidad de
manifestarnos en esta realidad.
Para empezar podemos hacer una esfera de energía (ya se ha
hablado de está en otras entradas) y se coloca en el lugar donde se unen los
huesos de la cadera (pelvis) y se agranda por medio de la conciencia de este
lugar y la sensación de la respiración, luego debemos prestar a estos otros
lugares antes mencionado y unirlos con la energía que se ha aglomerado en la
parte interior de la pelvis. Una vez haciendo esto se debe de aumentar hasta
que se tenga una clara sensación de los huesos.
Desde allí pasamos a prestar atención de cómo la energía
fluye alrededor de nosotros causando esa sensación de cimentación y podemos nutrimos
internamente de este estado.
La idea es llegar a generar un estado de sobre-importancia de
sí mismo como si todas las experiencias transcurren por el cuerpo y pese a eso
no dejamos de ser quienes somos. Esto es lo que permite que todas las vivencias
puedan transitar por dentro de nosotros y al mismo tiempo poder nutrirnos para
obtener ese contacto con las fuerzas universales. Estas partes muy importantes
en la alquimia.
Esto es lo que les permite a los árboles y demás seres de la
naturaleza actuar como un Todo sincronizado y perfecto.
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Saludos Albert y Sole.