En la actualidad muchos de nosotros llevamos nuestro día a día sin cuestionarnos muchas cosas, simplemente todo se vuelve un transcurrir hasta el momento de desencarnar, casi automatizado y sin cuestionamientos profundos acerca de:
¿Qué es lo que nos hace ?(antes Cosmogonía) ¿Por qué estamos acá? ¿Para qué? (finalidad)
Todo esto es lo que nos ha llevado en el presente a atravesar un proceso muy significativo para todos los que aquí estamos encarnados, una de las etapas más claves que se han dado colectivamente en estos últimos siglos, la del repensar, ya que estamos soltando cada vez más los mitos pero al hacerlo también dejamos ir esos propósitos, ya que en nuestras sociedades esas preguntas no están solventadas y nada más existe un gran vacío sobre estos temas.
Estamos en un proceso de evolución del pensamiento en cual no es el primero ni será el último que nos toque atravesar como individuos y como Humanidad.
En esta, estamos buscando de manera más feaciente, formas de concebir el mundo que no sean tan figurativas como lo fueron las creencias religiosas y los mitos pero a la vez nos permitan aproximarnos cada vez más a la Vida y a la Naturaleza.
Tenemos dos caminos para hacerlo, uno nos lleva a teorizar y respondernos inquietudes de todo tipo sin el contacto con nosotros mismos, acerca de la Vida y la Naturaleza obteniendo así la mitad de la respuesta (así como lo hace el pensamiento racional actual), por eso es que sentimos en el diario vivir un vacío que no puede ser superado por bienes materiales ni por nuestros propios afectos incluso, ya que transciende nuestra condición aceptada y nos lleva al contacto más puro de nuestra naturaleza humana. y por otro lado por un acercamiento más vivencial con la existencia (así como lo han hecho las tradiciones más antiguas, que superando los conceptos buscaban generar un contacto directo con la naturaleza y sus fuerzas) llenando así de significado nuestras vidas porque penetra en lo más profundo en nosotros.
A lo largo de la edificación de nuestras comunidades y sociedades se han generado y se siguen generando numerosos mitos, los cuales aluden a una necesidad de tener sentido en todo lo que hacemos, para ello se formularon interrogantes para responder acerca del funcionamiento de la realidad.
En esto los mitos cumplian la finalidad de crearnos una visión de nosotros mismos donde nos sentiamos plenamente identificados (quizás por eso no han desaparecido de nuestras sociedades).
Esta búsqueda de qué es lo que nos hace, nos ha llevado a construir cosmogonias, las cuales son una interpretación, que nos da un sentido de Origen. En los últimos siglos, ese sentido de origen ha sido enmarcado dentro del concepto "Evolución" pero esto no nos da un sentido profundo de identificación, ya que son respuestas muy frias para nuestro vivir.
Este sentido de pertenencia con respecto al sentido del origen nos determina el ¿Para qué?, el cual es la finalidad, es decir aquella condición natural que sólo la podemos manifestar al recuperar el verdadero sentido de quienes somos más allá de los rótulos, roles y elecciones que tomamos en la vida diaria, todos estos condicionantes al ser y al estar han sido transmitidos en forma de mitos y verdaderas concepciones que nos han llevado a aceptarlos sin mayores objeciones e incluso hasta de manera automática.
Tanto hemos aceptado las limitaciones en nuestra manera de pensar que creemos que somos libres y eso es lo que realmente nos limita en el contacto con el verdadero Ser.
Los deberías y los tengo que, nos han cristalizado el pensamiento, llevándonos a adoptar conductas y patrones de respuesta al ambiente, valoraciones, prejuicios, concepciones acerca de nosotros mismos y de los demás, los cuales nos han separado los unos a los otros en vez de unificarnos.
Al llegar a esta finalidad esta nos llena de un gozo sin límites, porque retornamos al estado del estar y del ser más allá de todo y de todos, recuperamos el sentido de unidad con el Todo, la conciencia.
A lo largo de toda esta resignificación interna hemos llegado a ciertas conclusiones, las cuales indican que no es importante seguir revalorizando las creencias y mitos, sino más bien alcanzar individualmente las respuestas a esos interrogantes a través de recuperar la sensación de nuestro propio cuerpo, sistema de energía y desarrollo de nuestro pensamiento conciente y la creatividad en todo lo que hacemos.
Esto es muy importante de comprender porque si todos tenemos una capacidad de pensar y razonar, que al igual que todos los músculos de nuestro cuerpo necesita ser ejercitada, ya que tiende a atrofiarse y generar una imagen muy reducida de nuestra realidad.
Así es que hoy queremos compartir un ejercicio que consideramos muy importante el cual puede generar un contacto directo con esa fuerza que nos puede ayudarnos a responder una de las primeras interrogantes: ¿Qué es lo que nos hace ser?
Primero si prestas atención a la sensación de las manos luego de haberlas frotado, quizás puedas persibir un calor, cosquilleo o incluso una sensación de peso incluso viento.
Cuando sientas esto, ya no solo presta atención a tus manos sino a lo que esta sobre ellas, donde puedes avivar esa sensación por medio de mover las manos constantemente sobre el cuerpo casí frotándolo en forma circular.
Mientras haces eso presta atención a las partes donde existe más estrés y percibe que sucede a medida que vas haciendo ese movimiento.
Incluso puedes frotar y dar un leve masaje sobre las partes que te cueste relajar o sientas más rígidas.
Si padeces ansiedad es bueno frotar el pecho, los costados de la nariz y la boca del estómago, así como si tienes problemas de concentración, además de añadir un masaje en las sienes y la frente de adelante para atras.
La intensión es tener una sensación completa de tu cuerpo y alivio.
Luego ve amazando esa sensación de las manos como si fuera una esfera con las manos y de hecho puedes hacerlo de vez en cuando mientras haces el masaje.
Cuando ya puedas percibir esa esfera entre las manos, lo que vas a hacer es colocar las manos sobre tu pecho con las palmas sobre tocando tu cuerpo y vas a empezar a absorver esa sensación como si la respiraras directamente por la piel.
Muchas veces se siente la necesidad de suspirar mientras haces esto y te puede causar una sensación de alivio. En caso de sentir malestar o como un peso muy molesto en el pecho lo que necesitas hacer primero es exalar esa sensación con los brozos extendidos un poco hacia enfrente y los lados y de vez en cuando frotarte el corazón como a manera de reconciliarte contigo mismo.
Cuando puedas sentir que puedes inhalar con profundidad esa sensación, ve alimentandote de ella, de forma similar a la que se siente cuando colocas un alimento que te gusta mucho en la boca.
Luego de esto ve exhalándo esa misma sensación como si se expandiera y ve cada vez más profundizando en ti mismo, cada vez más y más profundo hasta que sientas que incluso la mente se ha hecho parte de esa sensación.
Eso que descubras allí es muy importante pues esa sensación es lo que nos hace y nos aviva. Eso es lo que se llama el Aliento de Vida.
Desde aquí se pueden generar cada vez más preguntas las que van a ser muy necesarias de contestar.
Esta nada más es la certeza necesaria para ir descubriendo el mundo e ir respondiendo de a poco a todas las demás preguntas desde el interior y no sólo desde lo puramente racional.
"La Vida ES en sí misma, no responde a rótulos ni categorizaciones limitantes de nuestra racionalidad". Los animo a sentirla...