lunes, 24 de febrero de 2014

Ayunar purifica tu cuerpo y mente y colabora en la trascendencia de tu espiritu

En los días de ayuno, la energía corporal que se utiliza para la digestión está disponible para reparar y curar el organismo. Aprende cómo empezar.

El ayuno se realiza los días de luna llena, luna nueva, y once días después de ambos.


El ayuno es el método que la naturaleza tiene para restaurar la salud. Un día de ayuno es un día de purificación física, mental y espiritual.

Abstenerse voluntariamente de tomar alimentos proporciona un descanso a los intestinos, permitiendo al cuerpo recuperarse, porque se siente más liviano, y todo el sistema se purifica, ya que la energía corporal que habitualmente se utiliza para la digestión está disponible para reparar y curar el organismo.

El ayuno ayuda a desarrollar la concentración y la fuerza mental. Así, cuando el cuerpo y la mente no se encuentran tres veces al día ocupados con las vibraciones de la comida, quedan libres para concentrarse en cuestiones espirituales. Por eso todas las religiones del mundo recomiendan el ayuno, a menudo con la vigilia, como una forma de fortalecer la oración.

El  propósito de esta técnica de purificación  -es la más común y fácil de realizar- es el despertar energía en la columna vertebral y en el cerebro. Paramahansa Yogananda fue el máximo expositor de Kriya Yoga (Kriya significa acción).

Cómo ayunar

Un ayuno es la abstinencia total de alimentos, ya sean líquidos o sólidos, pero para comenzar  se puede ayunar de cuatro formas:
1- Con leche, yogurt y frutas
2-Con te, caldo o mate
3-Con agua
4- Sin comer ni beber nada.


Al ayuno se lo debe realizar los días de luna llena y de luna nueva por el gran efecto que tiene sobre el cuerpo, y repetirlo once días después, denominados días “ekadasi”, es decir, once días después de la luna llena y nueva. Por ejemplo, si la luna llena es el día diez, puede ayunar ese mismo día, el anterior (el nueve) o el posterior (el once). Así, los once días después serian el día veintiuno.

En esos días se recomienda practicar las asanas (posturas de Yoga), ya que le ayudarán a eliminar  toxinas. Descanse y relájese todo lo que pueda; procure estar tranquilo y dedicar tiempo a estar a solas siempre que le sea posible.

Algunas veces, sobre todo cuando ayuna puede experimentar dolores de cabeza, naúseas, mareos, esto es normal pues se debe a la eliminación de toxinas por parte del organismo.

Si hubiera una baja se presión sanguínea, o del nivel de azúcar en la sangre, beber un poco de agua con azucar o disolver un caramelo en la boca.

Es muy importante romper el ayuno correctamente, ya que la mente puede experimentar un ansia anormal por la comida. Por ello procure resistir estos impulsos, lo mejor es empezar a comer lentamente. Para salir del ayuno, es recomendable  tomar un vaso de agua con limón y un poquito de sal.

Para tener en cuenta:

No deben ayunar las mujeres embarazadas o si se sufre de algún desorden de tipo alimentario, o si padece anemia. En caso de duda, consulte a su médico.

jueves, 13 de febrero de 2014

Mundos Internos, Mundos Externos

Existe un campo vibratorio que conecta todas las cosas.

Se le ha denominado Akasha, el OM primordial, la red de Joyas de Indra, la música de las esferas y miles de otros nombres a través de la historia. 


Los antiguos maestros védicos enseñaban Nada Brahma: "El universo es vibración". 


El campo vibratorio está en la raíz de todas las experiencias espirituales verdaderas y de las investigaciones científicas.


Es el mismo campo de energía que santos, budas, yoguis, místicos, chamanes, sacerdotes y videntes han observado al observar en su interior.


Muchos de los pensadores monumentales de la historia, como Pitágoras, Keppler, Leonardo Da Vinci, Einstein, y Tesla, han llegado al umbral del misterio. 


En la sociedad moderna, la mayoría de la humanidad ha olvidado esta sabiduría antigua.


Hemos incursionado demasiado lejos dentro del campo del pensamiento, aquello que percibimos como el mundo externo de la forma.


Hemos perdido muchos de nosotros la conexión con nuestros mundos internos.


Este equilibrio que el Buda llamaba "El camino intermedio" y Aristóteles "El justo medio", es el derecho inalienable de todo ser humano.


Es la raíz común de todas las religiones y el enlace entre nuestros mundos internos y externos.


Que disfruten de este maravilloso resumen. Casi dos horas maravillosas para llenarse el espiritu.


Saludos!