sábado, 11 de agosto de 2012

De la separatividad al contacto con el cuerpo


En una época en que mucha gente se detiene a observarse a si mismo y replantearse muchas cosas me toco comenzar a transitar otra etapa de mi desarrollo espiritual.
En la búsqueda del camino hacia el ser muchas cosas se suceden, muchas experiencias que nos permiten trascender las barreras del ego y de los condicionamientos sociales y culturales que hemos sostenido desde la antigüedad.
Mis amigos lectores los animo a conocerse desde otro lugar, mas profundo y simple por sobretodas las cosas.
Para ello es importante retomar el contacto con nuestro propio cuerpo, para lo cual se hace necesario reconocer varios principios básicos.
En primer lugar, debemos comenzar a concebirnos como seres únicos e irrepetibles. De seguro uds me dirán, si ya sabemos eso esta en numerosos textos sagrados, entre ellos , en la biblia católica que tanto nos ha penetrado a los nacidos en latinoamerica.
Esta sensación de separatividad tan abrasadora que aprendemos desde tan pequeños incluso desde el vientre mismo de nuestra madre, es la que si no sanamos en primer lugar al comenzar el camino de autoconocomiento sera nuestra primera gran barrera para percibirnos.
Ya que la separatividad  actúa sobre numerosos sectores de nuestro cuerpo entre ellos el estomago (punto por donde ingresa la energía del ambiente exterior), espalda baja específicamente en la zona del sacro (separándonos de nuestra conexión primordial con la Tierra que nos sustenta), además de cerrar la conexión que se da con nuestra individualidad (fuente que origina las experiencias que tenemos mientras estamos encarnados) la cual se sitúa por debajo del cuello justo donde se asienta el timo. El embrión, llamado así por las tradiciones ancestrales de chamanismo de Asia Central, al perderse el contacto con la individualidad, ya no puede alimentarse de las experiencias, por lo cual empezamos a perder el propósito, el para que de estar vivos.
Asimismo no podemos dejar de reconocer la influencia de los puntos afectados en la cabeza, tenemos varios uno esta justo por encima del entrecejo y el otro en la cabeza cerca de lo que se conoce popularmente como mollera en los recién nacidos. Estos se reflejan por detrás de la cabeza y nuestros hombros, debilitandonos las manos y brazos.
Al sentarse relajados, realizando las respiraciones profundas necesarias y adoptando una postura cómoda para el cuerpo. Al rememorar la palabra separatividad comenzamos a percibir todas estas descripciones que les acabo de compartir.
Los invito a tomarse unos minutos para si mismos y comenzar a reconocer cuan separados están del ambiente.

Besos para todos y sus aportes son muy bien recibidos!


Sole

Les dejo un mensaje del Arcangel Gabriel acerca de este tema:




Debemos insistir y repetir nuestro mensaje de maneras diferentes para que llegue a muchos.
Para que poco a poco el mensaje vaya haciéndose parte de cada uno.
Para que logre pasar las barreras de la mente lineal y despierte el recuerdo de la unidad en cada ser.
Ustedes están efectuando un viaje desde la separatividad hacia la unidad.
Es en realidad un viaje dentro de sus mentes, porque verdaderamente todo es uno.
La unidad es todo lo que es. El amor uno es todo lo que es.
Por tanto nunca han estado ni estarán jamás separados.
Y sin embargo, en sus mentes están viviendo una aventura de separatividad. Una aventura que creen real.
Una aventura que han elegido y en la que están en cierta forma atrapados hasta que logren recordar.
Hasta que logren recuperar el sentido de unidad.
Ustedes se involucraron muy profundamente en este viaje de separatividad, creando "realidades" inhóspitas, pero también oasis de esperanza y de amor.
Nosotros estamos cerca de ustedes para guiarlos y ayudarlos a recordar.
Sólo son algunos los que se han acercado a esos oasis de amor, los que perciben o aceptan de una forma u otra nuestros mensajes, y son ellos, o mejor dicho ustedes, los que podrán ayudar a recordar a los demás.
¿Por qué esto? Porque es tiempo de que concluya esta aventura de la consciencia para pasar a otra.
Comiencen a vivir en unidad aunque sus mentes argumenten en contra.
Comiencen a actuar como si estuvieran ya en casa (Recuerden que realmente lo están).
Y poco a poco irán recuperando el recuerdo de quienes son, percibiendo como sus corazones se expanden en amor
abarcando cada vez más hasta fundirse nuevamente con el todo.
No hay nada que temer.
No hay nada que perder.
Sólo hay para ganar en comprensión, en consciencia, en compasión, en gratitud y en gozo.
Actúen como si ya hubieran recuperado su memoria, y así la recuperarán más facilmente.

Con ustedes siempre en amor y en unidad
GABRIEL